Igual no era muy difícil, no salgo de Francia de no ser necesario y si no estoy, estoy en Mónaco con Alexandra. —observa aquella tarjeta donde efectivamente salía donde podía encontrarla y tomó las flores con cuidado entre sus manos.— son preciosas gracias y no estaba molesta, entendí tus razones para irte así que tranquilo, ¿terapia? Eso es bueno. Estoy bien y espero que tú también lo estés, Cay está dormida si. —cierra la puerta una vez el menor ingresó y fue hacia la cocina para poner las flores en un jarrón con agua.—