—¡Vaya! No se porque le tienen tanto odio al cacao...tan bueno que sabe —se lamento manteniendo su sonrisa. El contrario no le causaba temor alguno.
—Disculpe si le he ofendido, solo buscaba darle la bienvenida de forma tradicional, aunque quizá me equivoqué... —era difícil saber las tradiciones de los demás