Ya sabes lo que dicen, uno siempre es agradable a la vista. ¡Bromeo, bromeo! Bueno, ¿qué te puedo decir? Son algo así como nuestros espíritus animales. Aunque, también me gustan los gatos, de hecho, tengo uno, su nombre es Grumpy, y sí, es un malhumorado, le hace honor a su nombre. Cuando quieras puedo enseñartelo. ¡Ugh, Dorcas! No le restriegues en la cara a los pobres como yo tus actividades poco apropiadas. No hay de qué, me alegra verte.