¡Querido padre! ¡Qué dicha tan inmensa es finalmente tenerte por aquí! Mis hermanos y yo anhelábamos verte de nuevo; aunque sabes bien que yo era quien más deseaba tu regreso, pasar tiempo sin ti y estando con mis hermanos puede ser un verdadero tormento, pero no quiero molestarte con esos detalles, estoy segura de que ellos ya habrán compartido contigo sus quejas y parloteos. ¿Cómo te encuentras, padre? ¿Y qué tal está Azaroth? Espero que no esté demasiado nervioso; Mondy ha estado buscándolo incansablemente y esperaba verlo llegar contigo. Dejando eso de lado, deseo de todo corazón que te encuentres bien, padre. Hay muchísimas personas a las que debemos recibir; ¡han venido tantos! Y, si te soy sincera, me alegra verlos, pues es una señal de cuánto te adoran. Ah, disculpa mi falta de cortesía, ¡bienvenido seas, padre! Te he extrañado muchísimo, lo juro.