Bienvenida seas, pequeña. Debo confesar que eres sumamente bella y además, eres hija de dos personas que amo con toda mi alma. Por ende, también eres parte de mí y desde éste momento, me gustaría dejar en claro que puedes contar conmigo y saber que siempre tendrás consejos y palabras de ánimo únicamente para ti. Así te sientes cómoda y logramos entablar mucha más confianza, ¿te parece una buena idea?