No te preocupes, soy igual de colgada. Te agradezco el cumplido, guapísimo, he de admitir que a ti la barba te queda sumamente bien. ¿Ah sí? Bueno, quién sabe, podrías ocupar el mismo lugar que la copa. Es bueno saberlo, voy a tenerlo en consideración de ahora en adelante, aunque, tal vez debería aplicar la típica: invitame a cenar primero. ¡Es broma, es broma!