la zaunita observó al firelight por un largo rato: el rosa de sus ojos brillaba con una mezcla de confusión y un toque de amargura, como si intentara entender cada palabra, pero todo se desmoronara en su mente antes de llegar a una conclusión. incluso durante apenas unos segundos sus ojos parecían tomar el color de powder.
──¿astillas, dices? ──y entonces una risa baja llegó a su garganta, casi como un susurro, mientras daba un paso atrás. giró uno de sus mechones entre sus dedos, jugueteando mientras sopesaba las palabras impropias. ──¡oh, por favor! ¿te crees que no me acuerdo? todo eso... los recuerdos, las peleas, las decisiones que tomamos... ──su voz se quebró ligeramente, antes de que pudiera recuperar la compostura. ──¿qué quieres, ekko? ¿que te perdone por lo que pasó? ¿que lo olvide y volvamos a ser los mismos de antes? ──su tono ahora era más frío, pero había algo en su expresión que dejaba entrever una lucha interna. ──no es tan fácil... pero, supongo que ya lo sabes, ¿no?
hizo una pausa, mirando al suelo por un momento, como si buscaran las palabras correctas entre todo el caos en su cabeza. luego levantó la vista, sonriendo de nuevo, pero esta vez con menos desdén y más cansancio. ──lo único que sé es que si te presentas así ante mi... no puedo evitar preguntarme si todavía hay algo de ti que quiero ver. y eso... es algo que ni siquiera yo misma entiendo.