La he tenido, querida. Sólo he recordado los viejos tiempos y el porqué nunca deberías subestimarme.
No fue nada, ¿eso crees? Vamos a ver qué tan interesante puede llegar a ser ésto.
Te regalo un punto allí, eres muy lista.
Pero te comento, querida, no vine solo.
Y créeme, qué no es bueno el hecho de qué me subestimes.
No te conviertas en tú padre, qué subestimo a un cazador y le arrebataron a tu queridísima mami.