Mi querida tía, es un placer verte nuevamente. He estado bien, aunque mis responsabilidades me han mantenido lejos de la corte por un tiempo. He pasado estos meses en el norte, supervisando la construcción de nuevas fortificaciones y asegurando nuestras fronteras. La bienvenida que he recibido ha sido cálida, y es reconfortante estar de vuelta entre mis hermanos y nuestro pueblo ¿Cómo has estado tú, tía? Espero que todo haya marchado bien en el reino durante mi ausencia.