No se diga más, corazoncito.
—la rubia toma a la bebé en brazos tocando la punta de su nariz con su dedo índice—
Te ves toda linda.
—se inclina hacia ella para dejar reiterados besos en sus mejillas—
PERO QUE PRINCESITA MÁS BONITA, definitivamente saliste a tu mami raven. bienvenida, corazoncito mío, te voy a consentir hasta que crezcas y te hartes de mí.