Quédate ahí, dónde la alegría sea la rutina, tus miedos e inseguridades se callen, dónde ese nudo en la garganta se transforme en carcajadas, y tus heridas se cicatricen, dónde cada sueño que has dado por imposible se convierta en esperanza, y nunca luches solo contra tus demonios, dónde te ayuden a crecer como persona, y puedas ser tú, sin máscaras ni temores, dónde el vacío de tu pecho se llene, la soledad se convierta en presencia, dónde sus ojos te expresen su amor, y al abrazarle sientas que es tu hogar.