Dieciocho años, cabellos rubios y ojos azules.
Evan Dollan tiene una personalidad especial,
al menos eso considera él.

Sus padres son empresarios, tienen una constructora, una de las más grandes de Los Ángeles y Chicago y siempre lo han criado en cuna de oro.

Es miembro del equipo de básquetbol,
uno de los mejores armadores que ha tenido
la Clayton High School.
No hay muchacha de años menores que
no murmure a sus espaldas cuando lo ve
pasar junto a una de sus conquistas.

Es un gran fan de los cigarrillos y
siempre fuma alguno que otro a escondidas
de los profesores y el director de piso.
Sus notas no son muy buenas,
pero siempre consigue pasar en
los trabajos finales, gracias a alguna de sus amigas.