No se preocupe, somos de distinto panteón por lo que no me entrometo en territorios ajenos así que usted no tiene que lidiar con terremotos que yo provoque
⋆.˚— ¡Bienvenido! Que hermosos ojos tienes... reflejan la claridad del sol y la profundidad del conocimiento, guiando con su fulgor a dioses y mortales. Que este encuentro celebre tu belleza, tu sabiduría y la luz que siempre llevas contigo.
— Soy Hera, reina del Olimpo, guardiana de la justicia y del equilibrio divino. Es mi deber y honor recibirte con el respeto que mereces... Por eso, no hay de que agradecer. ¿Que tal se encuentra al volver por estos lados?