𝖳. 𝗣. > 𝙵rank.

No tengo el tiempo suficiente para poder hacerlo. 

Olvidaba que siempre quieres tener el control, no sólo sobre o debajo de mí. 

No quieras manipularme con sexo, Frank. Aunque probablemente funcione, no te voy a mentir. 

Lo dije muy en serio. 

Suéltame, me lastimas. 

Jódete. 

Por supuesto, iremos. 

Déjame en paz, lo eres y tendrás que aceptarlo. Oh… eso no importa, Frank. El detalle es tan… no diré la palabra, pero, me agrada mucho la idea de tener tu símbolo en mí. 

Eres tan… detallista y romántico. Cada día me impresionas más, Frank. ¿De qué se trata? Me encantaría que me lo describieras, aunque adoro aún más el detalle tuyo sobre el braille. 

¿Podemos besarnos hasta el amanecer o es eso muy romántico para ti? 

Vamos, déjame en paz. A veces soy un poco tímido para decir esas cosas en público, de cualquier manera sigo siendo un hombre católico. ¿Recuerdas? Sé que no son sólo noticias, Frank. Pero sí, aceptaría ver una película contigo, sería bastante divertido. No, en realidad no. Pero quería saber si deseabas comentarme algo. ¿Cómo ha ido todo para ti últimamente? 

Ugh. El slime son fluidos, Frank. A eso nos referimos cada que decimos ‘slime’. Preferiría contarte acerca de mi día en la oficina. En realidad, prefiero todo menos encender la televisión. Últimamente estoy saturado con todo lo que rodea New York y al loco de Fisk involucrado. ¿Tú no? 

Es… una larga historia, Frank. ¿Por qué no mejor omitimos lo del slime y pasamos directo a tumbarnos en el sofá juntos? 

No diré nada, pero no me llames así en público. 

Me gusta eso. ¿Un pacto? No lo había pensado de esa manera, pero creo que lo es. Seré todo tuyo, Frank. ¿Espagueti con albóndigas? No lo sé, lo que sea está bien. 

Frank—

Tuve que tomarme la botella de vino solo, pero sí. 

Bien. Escucha, sé que no vas a creer todo lo que mencione respecto a Heather y yo juntos. Tampoco tenía en cuenta que estarías espiándome todo el tiempo en vez de no desaparecer y seguir con lo que teníamos. Si es que se le puede llamar así. ¿Lo llamarías así, Frank? ¿Por qué de repente desapareciste? No creo que esa haya sido la razón. Por ahora, lo único que aclararé es que no tengo ninguna mujer conmigo. Tal vez tú no escuches mi corazón como yo puedo escuchar el tuyo, pero sé lo que sientes. Y espero también tengas en cuenta que yo también siento lo mismo. No me importaría que «mi Dios» no quisiera que fuera así, yo siempre he estado dispuesto a todo contigo, Frank. Por encima de todo. ¿Dejarás esos celos de lado y tendremos la cita o prefieres dejarme plantado nuevamente? 

¿Será esto en una batalla por quién hizo más mal que el otro? Desapareciste una semana, Frank. ¿Sabes qué fue lo que pensé al tercer día? Agradezco que pueda identificar tus latidos con facilidad, porque Dios sabe que hubiera pensado lo peor de no ser así. Y ahora, lo que me das a entender es que has estado espiándome todo este tiempo. ¿Lo haces, Frank? Oh, y te equivocas en lo último. No deberías de hacer suposiciones sobre mi tiempo y sentimientos.