# en su último pacto y a la vez último aliento: ella solo pidió que a cambio de otorgar su vida, la criatura que alguna vez estuvo en su vientre siempre sintiese su compañía. y como era de esperarse, al ser un pacto, el trato no acabó siendo precisamente justo o como ella realmente lo deseó. el demonio al que ella entregó su vida había tomado sus palabras y las transformó en lo que podría considerarse una maldición.
la criatura, a la cual se le puede denominar como "cambion", fue maldecida desde el primer momento. si bien la súcubo tanto lo deseó como su hijo, acabó rechazándolo. ella era consciente de aquel lazo que había formado con la humana quien no debía ser más que un recipiente, y además, tenía conocimiento sobre el pacto. su anhelado hijo ahora cargaba con cuernos que solo tenían la función de recordarle por siempre una cosa: su "madre" siempre estaría con él.