Suguru.

¡Pero—! Solamente son más shorts que quiero meter a la maleta pero te prometo que no se me olvidarán. Quisiera comprar más bloqueador, sé que a Ryōta se le olvidará el suyo así que prefiero estar prevenido, lo conozco. 

Claro, te acompaño. Solamente me falta meter algunas cosas a la maleta pero no es algo que vaya a olvidar. 

Sin besos hasta que hayas acomodado tu maleta. No lo dejarás para el último momento y andar a la carrera.

Feliz día del padre, supongo.

(Es pastel y daifukus)  

No somos los mejores artistas, Gojō, la verdad no sé qué esperabas en ese momento pero nos aseguraremos de que esta vez esa figura de sirena te quede hermosa para que Suguru se enamore más de ti. La playa me transforma y me convierte en una persona benevolente, aprovéchalo pero no tanto. 

No tan rápido. El abrazo lo dejamos para después, creo. 

Hablaré con las niñas y me pondré de acuerdo con ellas para ver cómo te formamos el cuerpo, dudo que quieras llevarles la contraria en caso de que te quieran hacer el cuerpo completo de sirena, ¿cierto? Ya sabes, con un sostén en forma de conchas de mar. 

Te amo.

https://pin.it/2YyXvnsJ1  

https://pin.it/5WNlj5z8D  

Todo eso lo decía yo. 

Te tragarás tus palabras, Satoru, porque yo también quiero una. O pensaré que eres el favorito de Megumi y me pondré muy, muy, muuuy triste. ¿Quieres eso? Sé que no. Esta vez cambiaremos los equipos, ahora que Yūji y Ryōta vendrán con nosotros. Y no se vale chantajearlos con dulces o videojuegos para que ganen, ya te conozco, ni siquiera lo niegues. ¡El protector es por tu bien! No seas necio. ¿Ves lo que te digo? Te tocó vivir las consecuencias y sigues sin aprender.  Encontré uno menos pesado y que no deja residuos, así que no hay excusa. Tengo un esposo —que parece un niño atrapado en el cuerpo de un adulto— sumamente exigente. Y a mí, bueno, no me queda otra alternativa que complacerlo. Tu tarjeta es la que sufre.

Lo convenceré de que tenga piedad contigo. Ni te preocupes por eso. ¿Cómo no recordarlo? La medalla de papel que te dio Megumi está pegada en la nevera. La veo todas las mañanas cuando preparo el desayuno. Sin embargo, yo sigo siendo campeón en el voleibol. Suerte intentando vencerme ahora. Ay, Satoru, todo me parece perfecto. Y te acepto el paseo por la orilla, si dejas que te aplique protector solar. Terminas rojo como un tomate y quejándote del ardor...

Pero si es cierto, quiero ir a la playa. Extraño Okinawa.