Muchas gracias por tu hermosa bienvenida, Heath. Y de paso te agradezco por esas bonitas palabras, haces que mis mejillas queden tan rojas como un tomate. ¿Y tú has visto el tuyo? Esos ojos azules y esa sonrisa resaltan tu hermoso rostro, estoy segurísima de que cada vez que sonríes haces debilitar a las chicas.