—Sus dedos jugaban torpemente con los cabellos del chico, lo miraba tan profundamente como si quisiera asegurarse que no fuera un simple sueño—
En serio eres bueno con las palabras...
—Piensa por un momento lo siguiente a expresar, no quería que fueran solo palabras vacías, quería que se pudiera transmitir todo lo que su corazón sentía—
Te amo, más que a nada.