Saber que también me has extrañado enciende una llama de felicidad en mi corazón. Tu afecto, tan genuino y profundo, hace que cada instante de nuestro reencuentro sea un precioso regalo.
¿Que la locura de Dionisio no me hace gracia? ¡Para nada, mi querido! Siempre me ha agradado la personalidad alocada de nuestro querido dios del vino. Sin él, no habría diversión, y mucho menos esas celebraciones vibrantes y memorables que tanto disfrutamos. Lo que intentaba expresar es que, aunque su entusiasmo puede parecer a veces un poco desbordante, precisamente esa energía es lo que hace que cada evento sea único y lleno de vida. Su capacidad para romper con la rutina y añadir un toque de locura controlada es invaluable. Entiendo que su estilo exuberante puede no ser del gusto de todos, pero para mí, es esencial para mantener el ambiente animado y lleno de sorpresas.