Que me preguntes eso trajo tantos recuerdos a mi mente, usualmente decías eso cuando acababa de meterme en problemas o algo estaba apunto de matarme, que chistoso. Estuve trabajando hasta tarde pero tranquila, señorita puntualidad que aquí estoy y en lugar de pegarme como hiciste tantos años deberías abrazarme. ¡Todo en orden, capitana! ¿Cómo está una de las mujeres de mi vida?