Estas muy distraído hoy, Vaughn, quería ignorarte un rato más pero es una fiesta y luces aburrido. Y llegué a la conclusión de que me extrañas, ¿O me equivoco, amor?
¿Tú crees? Tendré que recordarles de nuevo que soy tuya. — Susurró ladeando un poco su cuello para que pudiera besarlo a su antojo. — Aunque bueno ya te encargaste de eso.
Aún sin esto todos saben que soy tuya. Pero anda, no te distraigo guapo, aunque también quiero dejarte algunas. Todas te siguen mirando muy bonito y no me gusta.
Tu acompañante se veía muy cómoda. Parecía que nunca se iría. ¿Con qué la tenías tan entretenida, Vaughn? Pensé que había sido clara cuando había dije que no quería verte tontear con alguien más, ¿O acaso ahora no entiendes las palabras?
Sus manos se pasaron a sus brazos agarrándose de estos mientras sus labios seguían sin soltar los suyos. Estaba reprimiendo suspiros en este porque él sabía volverla loca con tan solo un beso.
Sí, solo mío. — Tomó por el mentón el rostro ajeno para poder besarlo aún más profundo. Dejando su cuerpo descansar lo más pegado al de él mientras disfrutaba de aquel beso. Cada beso que él le daba era una cantidad de sensaciones que ella nunca podía explicar.