Conrad.

Si, se lo mucho que te gustan las sorpresas. ¿Sabes? A veces considero que te conozco más a ti que a mi mismo, lo cual se me hace bastante divertido y curioso. Bueno, Taylor me agrada, es divertida y se complementan bien, aparte es sumamente verla pelear con Steven, esos dos son una pareja casada de cincuenta años y ni siquiera se dan cuenta. Tu eres la fan verdadera, me queda claro. No digas eso, porque esta tu mamá y hermano en casa y no quiero perder el control, bonita. Pero bueno, ¿me vas a dejar pasar o lo único que entrará a tu casa son los dulces? También pensé en que podemos ordenar algo de cenar. 

Se que fue de imprevisto, lo siento, debi haberte dicho, aunque gracias al cielo no estás ocupada o con alguien más. ¡Sabía que te encantaría! Traje como cinco cajas, para dejarte tu reserva personalizada, sólo escóndelos de Steven y tu madre, parece que los Conklin tienen una obsesión con esos dulces. ¿Ah si? Porfavor no digas eso, Belly, que sería capaz de mandar nuestro acuerdo al carajo para pegarte a mi y darte el beso de nuestras vidas. Perdona, extrañarte me tiene así de desesperado. 

¡Belly! Se que dijimos que nos mantendríamos a la distancia pero, se que te encanta Halloween, y no pude evitar traerte estos dulces. ¡Son tus favoritos! Los sour patch y otros chocolates. ¿Te agrada la idea? Sino puedo irme, aunque debo admitir que es bastante tortuoso estar frente a ti y no poder besarte.