Ivar.

Privilegios de pocos, si me permites decirlo. ¿El tiempo lejos de mí te ha vuelto un poco más atrevido o estoy imaginando cosas dónde no las hay? Porque podría jurar, Ivar, que el doble sentido es palpable en tu propuesta. Una propuesta que gustosa aceptaría, por supuesto, ¿cuándo te he dicho que no a algo? Vaya, vaya, así que tienes curiosidad. Veamos, tal vez empezaría por dejar cálidos besos por todo tu cuello y luego bajaría a tus hombros, si me siento de buen humor, seguiría descendiendo por tu torso y bueno... Ya te imaginas qué podría hacer por ti. Imagino que tal vez, podría intentar otras cosas para demostrarte toda la falta que me hiciste, pero eso, planeo conservarlo para mí por el momento.

Pero miren quien apareció, quiero creer que tú no eres tan insoportable como la mayoría de tus hermanos, Ivar. En fin, bienvenido seas. ¿Cuando vas a invitarme a un fumar contigo?

¿Fumando sin mí? ¿Me cuentas el motivo de tu traición? Espero que no sigas molesto por despertarte con un balde de agua helada. No tenía otra alternativa. Era eso o llegar tarde a la pista y no es momento para deslices.

¡Ivar! Te estabas tardando un poco, ¿No lo crees? Bienvenido seas. Yvie te echó un montón de menos, pero no lo oíste de mi parte.

Maldito idiota, te dije que dejarás de fumar o iba a darte un golpe. Por esta vez, no lo haré, pero a la próxima que te vea no lo dudare ni un segundo. Aun así, te extrañe, rata peluda. Ven a darme un abrazo. 

Sin duda mi favorito de toda tu pandilla de locos. Bienvenido seas, Ivar, tengo que admitir que verte por aquí es mucho mejor a tu ausencia, incluso sentir ese desagradable olor a cigarrillos que dejas en mi ropa cada vez que nos vemos me estaba haciendo un poquitito de falta. Espero que ya no te ausentes por tanto tiempo, no me hagas decir que te eché de menos, ¿quieres? Sabes que no soy de esas. Aunque sí que podría demostrártelo de otras maneras.

¡Joder Ivar! Tienes que dejar de sacarme las cajetillas de cigarro, pequeña sabandija. Bienvenido seas, hermanito, me alegra verte por aquí, espero que no dejes que la niña pija esa te engatuse más de lo necesario, o tendré que abrirte los ojos. Las mujeres de esa familia son simplemente despiadadas. 

¡Mi pequeño hermano! Y mi revoltoso favorito. Tendremos problemas ahora que la mayoría está por éstos lados. Bienvenido, Ivar. Te eché de menos.

¡Ivan Bolshakov! que gusto verte nuevamente. Espero la pase genial por aquí.