— Apenas sus ojos divisaron aquella melena rubia, una chispa de emoción iluminó su rostro, y sin dudarlo, se acercó con pasos ligeros, su sonrisa brillando como el sol. — ¡Ivory, Ivory, Ivory! Siempre he pensado que tu cabello es absolutamente precioso, ¡de verdad, parece sacado de un cuento de hadas! ¿Sabes? Creo que nunca habíamos tenido la oportunidad de hablar tranquilamente, ¿cierto? Siempre ando de un lado a otro con cosas del campamento… ¡y estoy segura de que tú también! Con tantos campistas este año, es imposible quedarse quieta. ¿Cómo fue tu viaje hasta aquí, Ivy? ¿Puedo llamarte así? ¡Espero que sí! Es que, además de recordarme a una canción de Taylor Swift, siento que te queda perfecto, como si estuviera hecho solo para ti. — Sus labios se curvaron en una sonrisa aún más ilusionada. — ¡Oh, por cierto! ¿Ya tienes asignada tu cabaña? Si no, puedo ayudarte a encontrarla, ¡sería maravilloso si estuviéramos en la misma! Imagínalo: noches enteras de charlas y risas. Estoy segura de que podríamos convertirnos en grandes amigas, ¡y eso es lo que más me emociona! Ah, pero dime si estoy hablando demasiado, a veces me emociono tanto que no puedo controlarlo. Chase me ha contado cosas maravillosas sobre ti, así que tenía muchísimas ganas de conocerte mejor. ¡Espero que no sea un problema!