Izek.

No es nada que no pueda manejar, ¡así no tienes que preocuparte por mí, tarado! Puedo con mi padre y el tuyo a la vez, ¿sabes? Y sí, sólo yo. Entiendo. Probablemente mi madre querrá mandarle saludos a ella, así que dícelo. ¿Qué otra persona, Zeku? ¿Estás llamándome idiota?

Ya, llorón. Siempre haces ruidos molestos cuando chillas. Nadie se reirá de ti, solo yo puedo hacer eso, ¿está claro? Y no se enterarán nunca, así que cállate. Tu madre... ¿Aún le escribes? Agh, tú sirves solamente para dar ejemplo de cómo se comporta un idiota, Zeku.

¡Mejor para mí! Así entonces el estúpido de mi padre se enterará de que estoy manchando su maldito apellido con intenciones asesinas. ¿Quieres que alguien más te vea, tarado? Estamos tú y yo en la Sala Común. Deja de querer lucirte. Eso dicen los perdedores.