No hay palabras suficientes para expresar la gratitud que tengo hacia tu persona. La gratitud que tengo ante tu existencia, ante la presencia que tuviste en mi vida, y el amor que me otorgaste, a pesar de sus entendibles limitaciones. Quiero que tengas claro que fuiste, eres, y serás suficiente como amigo, hermano, hijo, pero más importante: como padre. No sé si aquella fue tu despedida, pero quiero que sepas, Peter Pan, que ni una isla de niños perdidos escondida en una estrella me podrá separar de ti; ni un obstáculo quebrantará la memoria de tus dulces palabras y el amor que lograste brindarme todo este tiempo. Te adoro.