Olvidaba lo mucho que admirabas a Longbottom, ¿no fue él el que te hizo darte cuenta que también te gustaban los hombres? Una vez me contaste algo así. Tendría que darle las gracias por eso. ¿Su primer año? No tenía ni idea, vaya. Toda una copia exacta de su padre. Tu más grande orgullo, me atrevo a decir. No es mi culpa el que tú no sabías como controlarte, James, yo no hacía nada más que inocentemente usar mi uniforme como un estudiante más del montón. Ah, mi color, eh, ¿crees que debería usar verde más seguido? ¿Te parecería una buena idea? Tengo muchas prendas verdes que llevo años sin utilizar. No la culpo, Remus siempre me pareció el más tolerable de todo tu grupo, y me sigue pareciendo así. Estás en lo incorrecto, mi querido James, simplemente caí en cuenta que mis intentos de alejarte de mí no han tenido el resultado que he estado esperando así que he decidido de una vez por todas rendirme, cosa que nunca pensé que diría. Además, no voy a negar que le brindas una pizca de diversión a mis días. Una pizca muy chiquita y casi invisible. ¿Ya le pertenece a alguien más? Oh. Bueno. Disculpa, ¿acabas de decir que te drogas? Te juntaste unos días con Barty y ya te pegó esas malas costumbres. La segunda opción, tarado; esos mocosos le pusieron mucha droga a tu café. No dije nada para hacerte pensar eso así que sácalo de tu cabeza. ¡Hey! Era solo una sugerencia, cuatro ojos, quien sabe sí en unos años te vuelves un viejo desesperado por amor y te ves obligado a pagarle a alguien. ¡Yo solo te dejo ver todas tus opciones!