Heeey, James, ¿Sabes que no le hace bien a mi ego escuchar que me empezabas a extrañar? Porque eso es todo lo que escuche. Y, vamos, ¿Cómo no iba a ser la favorita? Ni siquiera ellos se pueden resistir a mi encanto... Sabes que mi nuevo estatus no va a detener mi vena del desastre, tranquilo, aún así voy a encontrar maneras de meterte en problemas.