—La respuesta se contuvo entre sus cuerdas vocales, estaba acostumbrada a encontrarse "copias" incomprendidas o a las cuáles la vida solía darles lo mismo. Por ende, su respuesta fue nueva para la rubia.
Si tu y yo nos conocemos más, trataré de controlar eso de escuchar conversaciones ajenas, es una maldición incidental; espera, ¿No? Pues sí, también en sus crisis dice que te vas con el viento y no sabe dónde encontrarte luego.
—La rubia se encoge de hombros sintiendo que hablaba de más, a diferencia de su mellizo ella no suele parar y por eso se permitió ahora callarse con una mano en la boca ajena.
Uhm. Sigues teniendo vanidad, eso es bueno, relativamente.