Nathan.

¿Dónde estabas, Jillian? Te busqué durante... Da igual, no importa, cariño. ¡Es tu cumpleaños! Tengo tu regalo esperando en el aula, lo dejé bajo llave para que ninguno se lo robe. ¿Cómo la pasaste durante el día? ¿Estuviste ocupada? He querido dar contigo desde que amaneció y, por más que conozca el castillo más que la palma de mi mano, no te he encontrado. Espero que hayas aprovechado los trucos bajo la manga que te hemos dado tu padre y yo y hayas ido a Hogsmeade a tomar algo con tus amigos. Si no lo has hecho aún, ven conmigo. Yo invito.

Mataré a tu tío Albus por sus regalos, princesa, principalmente por aquel en el que te obliga a pasar más tiempo con tu sombra. ¿No le darás un abrazo fuerte a tu papá? Me escabullí solamente para darte un fuerte abrazo por tu cumpleaños y para ver a los demás. Te he extrañado, mi pequeña Barto. ¿Quieres dejar de crecer por al menos unos minutos? Pasa más rápido de lo que desearía el tiempo y cada vez estás más lejos de mis brazos —donde te estrecharía siempre, cabe destacar—. Feliz cumpleaños, mi gran amor. 

¡Hasta que mis cansados ojos te ven! ¿Dónde estabas metida, Jillian? Me pasé toda la noche en el gran comedor con Lucien para prepararte un pastel y ser yo la primera en felicitarte, cuando fui a verte no estabas... Espera un momento, ¿acaso estabas con Nathaniel? Ese ser me va a escuchar. Bueno, me da gusto verte, desaparecida. Y feliz cumpleaños, mi corazón. 

¡La famosa cumpleañera! Por Dios, ustedes aún tan jóvenes y yo cada año haciéndome más vieja. Estás radiante, Jill. Espero te guste nuestro regalo, también viene de parte de tu tía Lydia. 

Miren nada más quién se dignó a aparecer. Espero que ese pastel que traes ahí sea para compartir con tu querido Tío Albus. Feliz cumpleaños, niña, no le digas a tus padres, pero en mi bolso hay una botella de whisky de fuego y dos boletos para la Carrera Anual de Escobas sólo para ti y Nathan. Espero que le patees el culo a tu novio.