𝙃𝙮𝙪𝙠

cariño... / gimió entre besos, no pudiendo contener las ganas de morderlo como estaba haciendo. dejó un hueco en su cuello para que pudiera ser marcado por el menor, esbozando una sonrisita. la mano que lo sostenía bajó hasta aquel miembro que palpitaba con cada embestida, comenzando a sobreestimular al muchachito que tanto lo deleitaba con sus gemidos.

/ su mirada bajó al vientre del menor, riendo sin pudor alguno, aunque sus mejillas se hallaban ligeramente ruborizadas. su izquierda tomó el cuello del albino, apretándolo con más ligereza que la cadera  a la que se aferraba para embestirlo con profundidad.  ¿así te gusta, precioso? ¿quién diría que alguien tan bonito fuera un necesitado? / burló, tomando su belfo inferior entre los dientes, mordiendo y succionando a su antojo. las estocadas pronto se volvían más acentuadas y continuas, ocasionando que el pelinegro gimoteara ante lo estrecho que estaba su noviecito.

/ tomó la mano del albinito que descansaba sobre su miembro, rompiendo el beso solo para alinearse contra él. de una estocada, se entrometió en su chico, sonriendo con cierto aire perverso al verle retorcerse de placer. sus dedos viajaron a aquellos duros pezones, los cuales pellizcaba como pequeños botoncitos, mientras que sus labios volvían a atacar aquel pálido cuello que remarcaba a su gusto.

yo encantado de ser tu fiel cliente, bonito. / apoyó su mentón en el pecho del menor, esbozando una sonrisita.  ¿me dejarás besarte entre comida y comida? moriré si no lo hago.

/ formó un pequeño puchero, dejando ahora un pequeño besito en su nariz. lo abrazó con ligera fuerza, mirando ahora a sus ojitos.  ¿quieres volver al restaurante, cariño? no me importa ir todos los días a verte; al final nos iremos juntos a casa. 

/ rió con ligereza, apegándole contra él mientras que continuaba con aquellos pequeños y tiernos besos.  qué afortunado soy entonces. pensé seriamente que terminarías con un crush en el tipo que hice en tu película favorita. / bromeó, mordiendo su mejilla. 

me sigue cayendo mal. / refunfuño, paseándose por la casa con él en sus brazos. lo terminó dejando sentadito sobre la cama, buscando dos pijamas que combinaran entre sí.   ¿quieres darte un baño? iré haciendo la cena.

¡qué emoción! ese tipo es un explotador, me cae mal. / apretó aquel abrazo, dando vueltecitas en círculo.  

/ volvió a tirar de su brazo, apegándole a él hasta terminar alzándole.  por supuesto que sí, te lo juro por mis abuelitos.

/ tomó con suavidad sus mejillas, correspondiendo de inmediato a aquel corto y dulce beso. apretó aquellos mofletes con delicadeza, disfrutando del roce entre ambos labios.

/ lo apretó aún más contra él, agachando su cabecita hasta chocar ambas frentes. esbozó una boba sonrisa, cerrando con ligereza sus luceros.  eres demasiado dulce, demasiado etéreo.

me parece hermoso, pero no más que tú. / besó su frente, volviendo a acurrucarle en su pecho.  eres tan precioso como un pequeño ángel.

de ningún modo, yo fui el primero que dijo lo de ser sanado con besitos. / reprochó, inflando sus mejillas mientras que terminaba riendo.  me encanta tu cabello, luces como un copito de nieve.

no pasará nada, estoy hecho de hierro. / golpeó su pecho con levedad, sonriendo orgulloso.  ¿no? me rompes el corazón, hyuk. yo sí te daría besos sanadores.

el frío no puede conmigo, he dicho que irás con mis cosas y ya luego me lo devuelves en tu casa, ¿sí? / comió de igual modo, aún sin dejar de darle suaves caricias.  y si me enfermo, espero que me cures con un besito.