Lo decía en serio. Me gustas. Me gusta cómo eres… lo amable, lo dulce, la forma en que siempre intentas ver lo mejor en todo. Me gusta todo de ti, aunque me cueste admitirlo. Y sí, lo sé… soy un tonto orgulloso. Pero eso no cambia lo que siento.
¡Megan me enseñó otra! Es: “pan comido”, al inicio las dos estábamos muy confundidas con la expresión, pero creo que se refiere a que algo es sencillo, ¿no?
Sigues siendo el mismo niño adorable que conocí. ¡Tranquilo! No tengo novia, ni novio. Pero si me llama alguien la atención, sabes que te lo diré. ¿Tú tampoco tienes?