La chica llevaba hielos para todos lados, estaban todos. La Scaloneta, jugadores del Madrid y algunos del city, compañeros de selección, algunos de River y viejos amigos de Córdoba. Los papás del chico se habían llevado a sus hijos, Eva, de dos años y Ezequiel, de 1 año. Ella fue hacia donde estaba su marido con un vaso de Fernet, tomó de este y se lo dio, mientras escuchaba la conversación que tenía con Rodri De Paul.