Barton. No creo que el destino tenga una fijación contigo, de todos modos pudiste ignorarme fácilmente; pero no, decidiste gastar aliento en hablarme. Estoy aquí desde mucho antes que llegaras, por ende, tengo derecho. No es una obligación responderte aquello pero lo haré, sí la tenía, solo que Anthony pidió encarecidamente si podía encargarme de la cena y aquí estoy. Agradeceme porque gracias a mí, comerás comida de verdad. No soy tu padre... Pero tus actos hablan por encima de tu responsabilidad, que veo, no es mucha. Deberías tener en cuenta optar por establecer una rutina saludable porque, pf, qué dolor de cabeza da despertar a tan altas horas de la tarde. ¿Sabes que un mal descanso atrofian las neuronas? Eh, da igual, ¿te vas a quedar aquí o...?
