mithrun lo observa por un instante, como si sopesara esas palabras: su mirada es antinatural, uno de sus ojos parece no verlo en absoluto. finalmente, asiente, mientras se acomoda mejor en el saco. no tiene ánimos de discutir, realmente no puede hacer otra cosa que darle la razón. quizás antes hubiera encontrado una excusa para seguir adelante, para no detenerse. pero ahora todo era diferente.
y además, algo ocurría con kabru: sabía que podía permitirse bajar la guardia, aunque fuera solo un poco. por alguna razón se sentía a salvo, a gusto. había una comodidad y una confianza volátil entre ellos.
──tardaré en quedarme dormido.