Kalev.

Uhm— Le ¿agradezco? Su preocupación, profesor. Eso es muy considerado de su parte, pero creo que hablamos de cosas diferentes. Esa "tecnología" no tiene un cuerpo como el que poseo, quizás eso nos diferencia, y sea la capa de protección más potente contra la temperatura. Aunque ya lo veremos. ¿Cree que debería utilizar suéter, gorras, grandes abrigos para lucir como el resto? No había pensado en eso, quizás por esa misma razón me miraron tan extraño el día de hoy. Creo que agregaré aquel análisis a mi base de datos para tenerlo en consideración la próxima vez que abandone el sitio. Puedo ayudarle a buscarlo si necesita, según las estadísticas, a nadie le gustaría morir congelado. ¿Ha estado muy ocupado últimamente? También le deseo suerte (como dicen) con su proyector dimensional en estas fechas, para que no se congele como veces anteriores. Le recomiendo que lo actualice o algo.

Encontró así un nuevo hogar y también algo que proteger. Las piezas cayeron en su lugar y Kalev tuvo la sensación de que, quizás, el universo siempre tuvo el plan de enviarlo ahí. Fue así que el guardián cósmico se convirtió en profesor. 
            
            Años han pasado desde entonces, pero Kalev aún se dedica a entrenar jóvenes desamparados y temerosos de sí mismos y sus habilidades... Y, en selectas ocasiones, a salvar el mundo (o eso le gusta pensar).

Haciendo uso de sus poderes, regresó a su pueblo natal, donde conoció versiones más jóvenes de sus padres. Con la intención de cambiar su destino, aunque eso significara alterar el propio, Kalev permaneció en el pueblo por un largo tiempo —llegando, incluso, a conocer a un Kalev recién nacido—, haciendo su mejor esfuerzo para evitar que los experimentos de los Evzen salieran de control. Llegado el día de la tragedia, Kalev se preparó para contrarrestar los efectos de la explosión, con la idea de utilizar sus poderes para absorberlos.  
            
            Su plan falló. Los poderes de Kalev chocaron con la explosión misma, lo cual la intensificó. Ambos científicos fallecieron, las consecuencias para el niño no cambiaron, y la sobrecarga de energía fue tal para Kalev que terminó, nuevamente, caminando entre dimensiones. Comprendió, entonces, que debía dejar atrás a la humanidad y a su pasado, y olvidó, temporalmente, la idea de volver a su hogar, pues este ya no existía.
            
            Su nueva casa era el cosmos. Se enfocó en protegerlo, luchando contra fuerzas desconocidas que buscaban alterar el equilibrio de este. Se convirtió en una especie de guardián cósmico, cuyo trabajo era sólo reconocido por los extraños sujetos que llegaba a conocer en cada dimensión que visitaba.
            
            En la persecución de una de estas fuerzas, se vio obligado a regresar a la Tierra. A mitad de una pelea en las montañas, se le unieron una serie de aliados inesperados: Profesores de una pequeña escuela para personas con habilidades extraordinarias, la cual estaba escondida en esas mismas montañas. En aquel entonces, llevaban apenas un par de años operando, y se encargaban de enseñar a otros cómo manejar y utilizar sus poderes para hacer el bien.
            
            Saber que no era el único en tal situación lo reconfortó.

02  ➛ Al igual que sus padres, una pareja de astrofísicos, Kalev Evzen siempre se sintió atraído y fascinado por las estrellas y el universo. Su curiosidad e interés era tanto que, cada día, sin falta, pedía a sus padres que lo llevaran a los laboratorios donde trabajaban y al observatorio de su pequeño pueblo natal. Un día de aquellos, cuando Kalev tenía doce años, un experimento con energía cósmica falló, y desencadenó en una explosión. Dicha explosión acabó con la vida de los señores Evzen, y ocasionó una reacción cataclísmica en el cuerpo de Kalev. 
            
            La energía cósmica acumulada, manipulada previamente por sus padres, se fusionó con su ser de manera descontrolada. La explosión abrió un portal hacia una dimensión alternativa, fuera del tiempo y el espacio, afectada por las mismas fuerzas cósmicas absorbidas por Kalev. Se trataba de un reflejo distorsionado de la Tierra, el lugar al que Kalev jamás creyó poder volver.
            
            Incapaz de controlar su nuevo poder, Kalev se vio atrapado entre dimensiones, donde, poco a poco, aprendió a controlar su energía cósmica. Después de lo que se sintieron como décadas, Kalev logró romper las barreras entre dimensiones y abrir un portal de regreso a la Tierra, a su realidad.
            
            Lo hizo, no obstante, en un lugar y tiempo diferente al que recordaba. Las cosas eran distintas: El tiempo no había pasado, de hecho, había retrocedido. Aunque este hecho, en un principio, lo decepcionó, pronto se percató de un infinito número de posibilidades en sus manos, incluyendo el alterar eventos que ocurrirían en un futuro. Entre ellos, la fatal pérdida de sus padres.