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— ¡que divertido! ¿conoces a gente famosa?
            
            ╱ hablo con interés, tratando de no sonar invasiva.
            
            — eso es demasiado interesante yo hoy-
            
            ╱sus palabras fueron interrumpidas por el sonido de notificaciones continuas en su celular, miro con molestia la pantalla de bloqueo y volvió a guardarlo.
            
            — me tengo que ir... pero mañana hay que vernos de nuevo ¿si? muero por saber de ti, no hagas nada feo... es más 
            
            ╱se saca una de sus pulseras y un anillo para dárselo.
            
            — quiero que mañana me lo devuelvas, tu,  cumple 

╱al separarse seco sus lágrimas con el puño de su abrigo y lo miro asombrada.
            
            — ¿sesión de fotos? ¿familiares o algo asi?
            
            ╱ en lo que esperaba su respuesta se tomó el tiempo de analizar su rostro, memorizarlo por si lo volvía a ver, su ropa, todo, se sentó en el piso, esperando a que él hiciera lo mismo.

— Soy Elizabeth.
            
            ╱repitió, abrazándolo más fuerte y pensando sus próximas palabras para no ocasionar un posible problema.
            
            — ¿quieres contarme tu día? también podemos hablar de otra cosa... dime lo que quieras.

El canal de Kick creció, pero a la par, también lo hicieron los problemas que él intentaba esconder. Las largas jornadas de trabajo, entre modelaje y streaming, comenzaron a afectarlo más de lo que él quería admitir. La presión por mantener su imagen perfecta lo llevó a tomar decisiones poco saludables, empezando a drogarse y autolastimarse por el simple hecho de no ser "perfecto" como tanto quería. Nadie sabía realmente lo que sucedía detrás de su sonrisa en las cámaras.
            
            El estrés interno se fueron acumulando hasta que un día, un suceso inesperado lo sacudió profundamente. Un amigo cercano de él se aprovecho de su estado de vulnerabilidad y lo abuso, algo que dejó una marca en Noeul de manera irreversible. Ese evento se convirtió en un punto de quiebre para él. A partir de ahí, lo que ya era un desastre para él, se hizo peor. 
            
            Aunque Noeul seguía adelante con su canal de streaming y sus trabajos de modelaje, la energía que solía poner en su trabajo ya no era la misma. Lo hacía por obligación más que por placer, sintiendo que se estaba perdiendo a sí mismo en el proceso. La tristeza y la confusión lo acompañan a cada paso, y aunque en ocasiones parece estar bien, la verdad es que lucha con una sensación de vacío profundo.

Kang Noeul creció en Seúl, en un hogar bastante normal, pero siempre fue alguien que prefería observar más que ser el centro de atención. Era el tipo de persona que pasaba desapercibido en las multitudes, a pesar de que su presencia, sin quererlo, siempre llamaba la atención. 
            
            A sus 18 años, un cazatalentos de una agencia de modelaje lo vio por casualidad en la calle y lo convenció de empezar en el mundo de las pasarelas. Aunque al principio Noeul no estaba seguro de si era lo suyo, la oportunidad de modelar lo agarró por completo. A medida que su carrera crecía, también lo hacía la presión de cumplir con los estándares del mundo de la moda: siempre impecable, siempre perfecto. La gente lo veía en las campañas, en las fotos, pero detrás de la cámara, la vida de Noeul no era tan brillante. Las horas interminables de trabajo, las expectativas sobre su cuerpo y la necesidad de estar siempre en su mejor versión comenzaron a pesar más de lo que él pensaba que podría manejar.
            
            En busca de algo más que un simple trabajo de modelo, Noeul decidió abrir un canal de stream. Su idea era simple: aumentar su visibilidad y atraer más oportunidades como modelo. Pero con el tiempo, el streaming comenzó a ser algo más. En las transmisiones, la audiencia comenzó a ver una versión más relajada y natural de él. Noeul dejó que vieran su sentido del humor, su torpeza y hasta una vulnerabilidad que no sabía cómo mostrar en su vida profesional.