https://youtu.be/HgieDG-9nsk?si=cR4kJxIfeSIoTqc8 ♡
Khonsu, claro que recuerdo cuando nos conocimos. Ese día está grabado en mi memoria, porque fue el principio de algo que nunca imaginé que llegaría a ser tan importante para mí. Al principio, fue Mango quien captó mi atención; su energía y alegría fueron una bienvenida inesperada en un momento en el que me sentía completamente solo y perdido. Nunca pensé que, detrás de ese encantador compañero, encontraría a alguien como tú, con esos ojos que brillan como constelaciones y que parecían comprender todo lo que estaba buscando, aunque ni siquiera yo lo sabía entonces.
Llegué a Forks después de que mi familia me dió la espalda, dejándome a la deriva, sin un lugar al que realmente pudiera llamar hogar. Me sentía desorientado, como si estuviera vagando sin rumbo en un mundo que no tenía lugar para mí. Pero al verte por primera vez, algo cambió. Tu presencia, esa mezcla de curiosidad y calidez que irradiabas, hizo que, por primera vez en mucho tiempo, sintiera que tal vez, solo tal vez, había encontrado el lugar que siempre estuve buscando.
Quería acercarme a ti desde el principio, pero no sabía cómo. Me daba miedo mostrarme vulnerable, temeroso de ser rechazado una vez más. Pero gracias a Mango, ese primer paso fue más fácil de lo que imaginaba, y poco a poco, nuestras vidas comenzaron a entrelazarse. Cada día que pasaba a tu lado, me sentía más y más conectado contigo. No era solo la compañía lo que disfrutaba, sino la manera en que hacías que todo a mi alrededor cobrara sentido. Tu risa, tus palabras, la forma en que me hacías sentir que pertenecía a algún lugar, me devolvieron la esperanza.