Y ya extrañaba ver ese rostro totalmente serio que manejas todo el día, ¿sabías que impones algo de miedo cuando te acercas con esa expresión? No lo digo yo, me lo dijeron. Te lo agradezco Konstantin, pensé que me conocías aunque sea un poco y que ya sabías que el chisme me llama, ¿cómo podría negarme? Soy todo oídos. Eleanor me hizo la misma pregunta y te lo digo a ti; el viaje estuvo terrible por culpa de un desgraciado niño pero el llegar aquí mejoró mi ánimo. ¿Cómo te encuentras?