𝗝𝗮𝗺𝗲𝘀.

Míranos, siendo dulces como siempre. 

Yo creo que el afortunado soy yo, definitivamente. 

Bueno, la razón por la que estoy en forma es porque quiero impresionar a la chica que me gusta, aún estando viejo. Pero, ¡no puedes decirle! Es un secreto. Dinosaurios, somos unos vejestorios. 

Querida Lily, tan radiante como siempre. Remus y yo seguimos intentando acostumbrarnos al nuevo ambiente, pero todo es cuestión de tiempo. ¿Sabes? Con tenerlo a mi lado me parece suficiente, podríamos estar encerrados en una cueva y seguiría siendo el hombre más feliz del mundo. Bueno, ¿tú cómo estás? Hace tiempo que no nos reunimos para chismorrear.

¡Estoy completamente de acuerdo! Muchas cabezas pelirrojas y no, la tuya no cuenta. Yo también, aunque admitir que adoro a nuestros nietos quiera decir que ya estoy viejo, tengo que aceptar que son increíbles. Los quiero a todos demasiado. ¡Ya los vi! Ahora parece reunión de dinosaurios. 

Que adorable eres, Lily. Solo estaba bromeando contigo, no es como que los niños no hagan lo mismo. ¿Ya viste cuantos Weasley son? ¡Estoy perdiendo la cuenta! Y Harry, está muy grande, yo digo que regresemos el tiempo y así verlo chiquito igual que una hormiga. 

A este paso estoy convencido de que mi segundo nombre es “Ego”. Aún así, me quieres y estás atada a mí por el resto de tu vida, ¿no te sientes afortunada? Porque yo sí. ¿Un beso en frente de todos esos niños? Que atrevida, Evans. Pero, lo acepto. ¡Ya los vi! No puedo creerlo, no quiero soñar como todos los papás pero, ¿cómo es que crecen tan rápido! 

¡Vamos, no engañas a nadie Evans. Sé que me has extrañado muchísimo y tengo varias pruebas, pero no te culpo, también lo he hecho. Ven, dame un abrazo. 

Le agradezco mucho, señorita Evans. ¿Es usted la madre de mi tío Harry? Por lo que veo, era cierto las cosas que decían que los Potter tienen algo con las pelirrojas. Aunque siento que cierto nieto suyo puede romper aquello. Es un placer poder conocerla finalmente. 

Deberian traer a James.