Lio.

El que me haya perdido una sola vez ¡Una! Cuando estaba tratando de encontrar el hangar no significa que me pierda todo el tiempo. Pff, por favor, ce n'est pas pour ça, chérie! Solo digo que tal vez, solo tal vez, una mañana amanezcas sin un mechón de pelo… O con algo raro garabateado en tu cara, pero juste peut-être, no es seguro. ¡No ronco! Puedes preguntarle a mi hermano– cuando venga, pero nunca en mis 18 años de existencia, he roncado.

… ¿Chihuahua o caniche? Ah, pero bueno, ¿acaso tengo cara de llamarme Toby y que me pierdo cada dos semanas? Lo único que tengo en común con ellos son los rulos. Mm, así que sueño profundo… Bueno saberlo. Y sí, dormí bien, todo tranquilo, tout est génial.

¡Ay, por favor! Siéntete halagado; a mi me encantaría que un día me dijeran que les recuerdo a un león… Pero no tengo esas vibras obviamente. Bien, genial, sí, ¡y anotado! No más mezclar cerveza con vodka. ¿Cómo dormiste, por cierto? Espero que no haya nadie que ronque en la habitación de los chicos.

Se que es temprano pero ya me levanté y no me puedo poner a renegar por eso. ¡Ánimo, ánimo!

Espero que con el tiempo logré tener esa seguridad, ¡Espero lo mismo! Necesito que empiezan a llegar más personas, necesito socializar más antes de que se me agote la batería social.

Cuanta seguridad tienes, pasa tip. Por ahora todo me parece súper lindo, ¿Y a ti?

¡Muchas gracias, Helena! Me halagas un montón. ♥︎

Un día, encontró a una chica que se volvería su compañera, su hermana de corazón. Compartían pasiones y tenían cosas en común, además de una vida un poco similar. Hasta que, como si fuera milagro, llegó la oportunidad de entrar al Hangar, un lugar que podría llevarlos a la fama y a lo que tanto quisieron en su vida.
            Ambos decidieron entrar para poder escapar de sus familias, además de también en un futuro, llegar a ser famosos.
            
            Lionel es un chico con personalidad fuerte y chocante, por lo tanto, no confía en los demás hasta que llegue a conocerlos del todo. Lo que tanto quiere en su vida es ser famoso y librarse de su padre al fin, y, en un futuro incierto, formar una familia con la persona que más quiera, tratando de darle una mejor vida de la que él tuvo.

Lionel Díaz nació en un vecindario olvidado por la esperanza, donde la pobreza y la desesperación parecían ser el único futuro. A sus diecinueve años, la vida le había enseñado más lecciones de las que cualquier niño debería aprender. Desde que tenía uso de razón, vivió con su padre, un hombre atrapado en las garras del alcoholismo. La violencia se convirtió en un espectro cotidiano en su hogar, y aunque su madre era la única que intentaba darle un refugio de amor, su vida se apagó demasiado pronto. El dolor por su ausencia, junto con la constante maldad de su padre, dejó una cicatriz profunda en el alma de Lio.
            
            A pesar de todo, Lionel siempre tuvo algo que lo hacía especial: su voz y su cuerpo. Desde pequeño, se entregaba al baile ya la música como una forma de escapar de la pesadilla diaria. Cada vez que se subía al escenario o cerraba los ojos para cantar, sentía que el mundo se desvanecía, y su cuerpo podía volar libremente. Su madre, antes de morir, siempre le decía que tenía un don, que era su única esperanza para salir de esa vida.
            
            A pesar de esto, la violencia se hizo más fuerte en su vida, ya que su padre rechazaba tener un hijo cantante y bailarín, ya que sería una "vergüenza" tener un hijo así. 
            Con esto, el joven no pudo más y logró escapar de su casa a la medianoche, caminando por las calles frías de su barrio.