¿No es eso lo que estabas insinuando en la fiesta? Se coherente, si no te parece lo que piense de ti, supéralo, a los hechos me remito.
¿Sabes qué? Realmente no me importa. No me importa un carajo.
Te dije que me estabas comenzando a gustar anoche. Si solo querías que te la metiera, lo hubieras dicho, así no estaría perdiendo el tiempo intentando cultivar sentimientos por ti.
El destino así lo quiso —con una risita, la rubia toma las mejilla de la chica, mirándola por unos cuantos segundos para después depositar un ligero beso en sus labios—