Ah, pero si eres tú. Hubiera preferido no saludarte, pero, como puedes ver, yo si tengo educación y algo de decencia, virtudes que, claramente, no compartimos. Digo, ¿cuántas veces necesitas tratar de matar a alguien antes de darte cuenta de que eso no habla muy bien de los modales que tu señora madre se esforzó en inculcarte? Bienvenido seas, o lo que sea. Supongo que seguirás con tu rutina de llorarle a papá por atención, ¿verdad? Aunque, qué ironía, ni siquiera se molesta en darte un segundo de su tiempo. No te preocupes, estoy seguro de que esa indiferencia debe ser fácil de ignorar para alguien como tú. O no. Pero, ¿quién soy yo para juzgar? Anda, hazte cómodo o intenta no ser demasiado molesto. Ambas opciones funcionan para mi.
