Lottie Harrington siempre fue vista como la “Harrington correcta”: buena estudiante, educada, deportista en el equipo de Fútbol femenino y discreta. Desde pequeños, Lottie y Steve vivieron bajo el mismo techo pero con dos infancias distintas. Su padre, con Steve siempre fue distante, crítico, severo. Sin embargo, con Lottie era distinto: ella representaba la imagen de hija ideal que él podía presumir en cenas formales o eventos escolares. La elogiaba en público, le hacía regalos y notaba sus avances. Lottie no era ajena a esa diferencia. De pequeña llamaba ingenuamente a su hermano “Stevie”, intentando animarlo cuando recibía reprimendas del padre. Con el tiempo dejó de hacerlo —porque Steve comenzó a construir su propio personaje de popular asegurándose de que nada lo afectara. Lottie nunca compró la fachada.
En la escuela, Lottie no heredó la popularidad de Steve exactamente —más bien, se movía por un mundo paralelo: era conocida por ser la chica del equipo de fútbol femenino, la que siempre parecía enfocada, la que saludaba a todos con amabilidad sin volverse el centro de atención. Conocía a muchos, pero íntimos eran pocos.
Cuando Steve comenzó a juntarse con los niños Mike Wheeler, Dustin Henderson, Lucas Sinclair y Will Byers, eventualmente ella quedó atrapada allí tanto como su hermano, quedando atrapada entre los eventos que ocurrían en el Upside Down.
