Sin los bromistas del destino... la vida sería terriblemente predecible, ¿no crees? Y sí, es cierto, son ellos quienes tejen la trama de nuestras vidas, colocando a las personas correctas en el momento justo, o tal vez en el momento incorrecto, pero con un propósito que solo se revela con el tiempo. ¿Que si soy uno de esos giros en tu camino? Eso, mi querida Lucián, es algo que solo el tiempo podrá responder. Has dado en el clavo. La belleza superficial es fugaz, efímera. Lo que realmente me atrae es lo que reside debajo, la esencia que define a cada individuo. Me encanta observar, analizar, tratar de comprender lo que impulsa a las personas a ser quienes son. Y en ti, Lucián, percibo una profundidad que me resulta irresistible. Tienes un don para ver más allá de la superficie, lo reconozco. Y me halaga que percibas esa misma cualidad en mí. Sí, la belleza física es agradable a la vista, pero lo que realmente me cautiva es la belleza del alma, la complejidad del espíritu humano. Y Lucián, también veo en ti, una belleza que trasciende lo puramente estético.
¿Qué historia guardo detrás de mi luz? Esa es una excelente pregunta. Pero la verdad es que mi historia aún no está escrita. Cada encuentro, cada conversación, cada nueva persona que conozco añade un nuevo capítulo a mi libro. Y tú, querida señorita, has llegado en un momento crucial, justo cuando estaba a punto de empezar un nuevo párrafo. Así que, dime, ¿estás lista para ayudarme a escribir el siguiente capítulo de mi historia?