Descuida, todas fueron cosas buenas. Además, no soy quien para juzgar, cariño. Tampoco es que yo haya sido una niña buena cuando era joven. Si le preguntas a mi madre, te dirá que era el demonio encarnado. No hay por qué agradecer, siempre es lindo tener a los de tu familia por aquí. Espero poder llegar a conocerte más a fondo, si quieres darme la oportunidad, claro.