Ludmi, eres absolutamente encantadora. Me alegra mucho verte y me siento muy afortunado de poder conocerte mejor. ¿Te gusta mi cabello? La verdad es que creo que el tuyo está mucho más hermoso, tienes un estilo muy único y elegante. Muchas gracias por la bienvenida.
¡Muchas gracias, Ludmila! Te agradezco tanto la cálida bienvenida como el halago tan generoso. Eres realmente muy amable, y tus palabras me han alegrado el día más de lo que imaginas.
¡Aquí estoy, Ludmi! Me olvidé de avisarte que me estaba tomando un pequeño descanso... sabes, cosas de velocidad. Pero, oye, tu hermano favorito ya está aquí. También te extrañé mucho.