Dorcas.

¡Ah, pero qué simpática eres, McKinnon! Había olvidado tu sentido del humor tan... Retorcido. ¿Crees que realmente me ofenden tus palabras? ¡Acuérdate con quién estás hablando! Ni siquiera sé por qué no soy de tu agrado, rubiecita. Soy un amor, pregúntale a quien tú quieras. No puedo prometerte absolutamente nada. Así como me llamas insoportable, no me eres indiferente en eso. Cuando tú dejes de parlotear y aparecer como un pajarraco por todas partes, quizá te dé una oportunidad de ser parte de mi círculo social.

El que se muere primero, me debe unas cervezas.

¡Mckinnon! eres todo un amor, no hay día en el que no lo menciones, por ello mismo me gusta sonreír siempre. ¿¡yo soy adorable!? por favor, mira quien habla, no puedo creer que me consideres a mí adorable cuando tú eres la definición de dicha palabra. ¡muchísimas gracias por tan cálida bienvenida, guapa!  créeme que a mí también me alegra demasiado ver a una de mis leonas favoritas por aquí— ay, ¿crees que leona suena muy furro? lo digo por la mascota de su casa, no porque literalmente seas una leona, ¡a menos que sí lo seas! no tengo ningún problema con eso la verdad, los animagos son increíbles. oh no, ted se quedó con andromeda lo más probable, son una parejita inseparable— ¿ocupas consejos? … ¿con qué? si es que se puede saber, claro.

¿No puedo decirle? No me dejas ser feliz, McKinnon. Que desconsiderado de tu parte. Lo lamento, de verdad. Sabes que te adoro, pero la biblioteca me atrapó y nunca he podido negarme a sus encantos. Y sí, Marlene, hablo de la biblioteca de verdad. Esa cosa llena de libros. Díficil de creer, lo sé. Te extrañé, rubia. Ya sabes que eres mi persona favorita—bueno, junto con Remus. ¿Sin él? Esta bien... Puedo decirle que no asista por un día. ¡Lo sé, lo sé! Pero es divertido tenerlo en nuestras pláticas. Además lo mantenemos lejos de las bromas ya bastante problemas se ha buscado por eso. Muy bien, señorita McKinnon, hagamos ese sueño realidad. Me tienes todo el día para ti. Lo sospechaba pero me alegra la confirmación. ¿Flores y chocolates incluidos o? Ahora si Dorcas tendrá muchas razones de estar celosa.

¡Marlene! ¡Por Salazar, casi me matas del susto! Ugh, pensé que ya te habías olvidado de eso… Pero si estás tan empeñada en ser abismalmente derrotada frente a todos —incluida Dorcas—, entonces dime hora y fecha para esa partida de ajedrez. No me tocaré el corazón, aunque seas una de las mejores amigas de mi hermano y mi pseudo-hermana. Y más te vale darme absolutamente todos los dulces que me prometiste si gano, o haré que Viperis te muerda mientras duermes. ¡Y bien sabes lo filosos que son sus dientes!

¿Te golpeaste la cabeza con una bludger o por qué, de repente, me hablas con tanta confianza? No me sorprendería que tus amigos ya te hayan contagiado un poco de su estupidez… Es broma. Hola, McKinnon. ¿Por qué tan sola? Casi siempre te veo devorándole la cara a Dorcas. Siempre tan linda. Cuidado, que a mi querido hermano no le agrada mucho verme hablando con ustedes; luego se pone de un humor horrible.

¡Maldición, Marlene! Me vas a matar de un susto un día de estos. Y no es ninguna broma, listilla. Oh, muchas gracias, rubia, aunque mis súplicas y parloteo sean insoportables para ti y para los chicos, ahora mirenme. Tengo poder, McKinnon, más te vale que cuides lo que dices. ¡Okay, no lo digo en serio! Y no me pongas contra la espada y la pared. Realmente, no deseo enterarme de nada, no quiero perder mi lugar... Por favor. ¡Soy de completa confianza! Hablas como si no me conocieras, tonta. Pero no me pongas a prueba. 

¡Una de las chicas más guapas de Gryffindor! Entre nos, no sé a quién envidio más: si a Dorcas por salir contigo o a ti por salir con Dorcas. Son una pareja increíble. Hasta me hacen creer que el amor existe… aunque no. ¡Bienvenida, Marlene! Me alegra mucho verte.

¡Bienvenida seas, nuestra hermosísima Marlene McKinnon! Estamos más que felices y emocionados de tenerte aquí, eres de nuestras favoritas, hablamos muy en serio. Y esperamos verte en los próximos partidos. Te deseamos la mejor de las estadías.