Dorcas.

¡Marlene McKinnon! Hola, dueña de mi corazón. ¿Me perdonas por tal abandono? Sabes que suelo estar distraída pero ya estoy aquí para compensar mi horrible abandono con esa noche de chicas y esas bebidas, ¿Te parece bien? Y por cierto, ¿Dónde está mi maravillosa cuñada?

¡Hey, tía Marlene! ¿Qué tal? Hace tanto que no te veía. ¿Es acaso una cana lo que veo ahí? ¡Ay, tía! Era una broma, el cabezazo no era necesario. Tsk, ¿la tía Dorcas te mandó a dormir otra vez en el sofá o por qué estás tan de mal humor? ¡Anímate! Escuché por ahí que el abuelo Barty planea hacer una fiesta próximamente para todos los de su generación. Ojalá vayas; sería divertido verte bailar sobre las mesas otra vez.

¡Nuestra adorada Marlene McKinnon! A los años, mujer preciosa. Tenemos tu reserva especial de bebidas como recibimiento. Amanos. Bienvenida seas, querida. Esperemos que contigo aquí los demás muchachos no tarden en aparecer.