¡Merikh! Tanto tiempo sin ver. ¡Ya pudo aparecer el más guapo! Las misiones son tan pesadas que ser fuerte y grandioso me dejaron al limite (no). ¡Buenas tardes! ¿Aún me recuerdas? ¿Me echaste de menos? Seguro y sí. ¿Quién no lo haría?
Tengo el mismo ideal que tú. Deberían desaparecer de todo el mundo, su mera existencia condena a todo lo que trae vida. Repugnante. ¿Por eso estás bajo un castigo? Yo soy un criminal al matar a una villa entera, en ese momento no era yo quien lo hacía. ¿Me arrepentí? No.
No, no... No es que debas conocerla, es que estoy preguntándole a todo el mundo por ella. He visto algunas caras conocidas, pero es quien más me surge y está totalmente desaparecida.
¡Muchas gracias! Qué amable. Déjame decir que a mi me gusta mucho el color de tu piel. Es peculiar. ¡Oop! Y tu cabello igualemente. Es de un color blanco y platinado al parecer. Me llamo Kazana, por cierto.
Yo dejé de tener convivencia con los monos, son innecesarios en el mundo y solamente crean caos con sus idioteces. ¿Ángeles y demonios? Interesante, aunque si tenía esa creencia, reflejada en humanos o hechiceros. ¿Cuál es tu castigo?
/ La afirmación del elfo le dio entrada a acercarse rápidamente, desactivó su infinito para poder mantener contacto. Deslizó uno de sus dedos, acariciando suavemente la punta de su oreja.
Eres pequeña, una pequeña muy gruñona. Vale, vale, un gusto, Sukuna para servirle. ¿Te sirve? Ni me acuerdo si alguna vez te lo dije pero... Eres enana.
Eso es macabro, que más da. ¿Y acaso cuáles sacrificio hacen? Me hiciste recordar al padre de Raven, un demonio poderoso y grandote. Ojalá no ser yo la carnada para ustedes, elfos. Los respeto, menos a tu hermano me hizo faltar el respeto